Unos científicos de Rusia, Alemania y Países Bajos han hallado una forma de mejorar notablemente el rendimiento de los ordenadores.
La cantidad de datos digitales a procesar por cada ordenador y el nivel de complejidad del software usado no dejan de crecer. Ello obliga a los diseñadores de sistemas informáticos a alcanzar velocidades de computación cada vez más altas.
Pero esto se enfrenta a un importante obstáculo. Muchos expertos creen que la computación clásica está actualmente alcanzando un límite, más allá del cual ya no será viable un mayor incremento de la velocidad de procesamiento de datos. Esto está empujando a científicos de todas partes del mundo a investigar las posibilidades de desarrollo de tecnologías informáticas completamente diferentes. Uno de los puntos débiles en los ordenadores modernos que refrenan su progreso es la memoria: se necesita tiempo para completar cada operación de establecimiento/restablecimiento para un célula de memoria magnética, y reducir la duración de este ciclo es un tarea muy complicada.
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